“Todos los hombres son mentirosos, inconstantes, falsos, bastardos, hipócritas, orgullosos y cobardes, despreciables y sensuales: todas las mujeres son pérfidas, artificiosas, vanidosas, curiosas y depravadas: el mundo entero no es más que una cloaca sin fondo donde rampan las focas más informes y se revuelcan en montañas de fango; pero hay en el mundo una cosa santa y sublime, es la unión de dos de estos seres tan imperfectos y tan repugnantes. No pocas veces a uno lo engañan, lo hieren y lo hacen desdichado en el amor, pero se ama, y cuando se llega al borde de la tumba, uno se vuelve a mirar atrás y se dice: He sufrido no pocas veces, me he engañado algunas otras, pero he amado. Yo soy quien ha vencido y no un ser inventado por mi orgullo y mi aburrimiento”.
(Musset, On badine pas avec l’amour).
1 comentario:
Bendito sea el sublime amor...
Bendito cuando disfruto de su dulce sabor, cuando llena mi vida de euforia, de color azul, de sonrisas, de resplandor...
Bendito por mil lagrimas y desilusiones...
Bendito el hombre que me hace feliz en este momento y el que lo hará después...
Bendita la vida que me ha permitido conocer al amor...
Ana María
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