Que lo más fácil es el chisme
que la maledicencia puede hacer mucho daño, pero es la única manera de hacernos un lugar o el lugar que queremos
que la maledicencia manifiesta la pobreza de una vida, pero los que escuchan atentos y se ríen, o no dicen nada, hacen creer que es una buena forma de pasar el tiempo, de hacer guetos defensivos
y que el malediciente tiene razón y que es bueno destruir al otro, juzgarlo, deformar su intimidad y seguir como si nada
que el lenguaje puede hacer mucho daño
que el lenguaje acomoda las situaciones para hacer quedar bien a unos pocos
que el lenguaje deja marcas y la experiencia de ya no poder confiar en la gente como cuando éramos “ingenuos”
que saber argumentar sirve mucho para que la palabra del otro pierda sentido
que lo más efectivo son los eufemismos
que puedo decir lo mismo de manera diferente por muchos años y nadie se dará cuenta o todos se darán cuenta, pero
que debo sonar inteligente cuando haga una pregunta
que es mejor decir cualquier cosa –mientras suene inteligente o demuestre mi cantidad de lecturas– que el silencio, la lentitud de quien quiere pensárselo otro rato, de quien necesita ese otro rato
que es mejor leer un libro que jugar con mi sobrino
que es mejor analizar una novela que caminar de la mano contigo
que es mejor aparentar o ser inteligente y maduro que preguntar “¿cómo estás?”
que es mejor esperar el turno para decir una frase “interesante” que escucharte, que sentir curiosidad
que
que debo figurar en cuanto evento se realice y en cuanta revista aparezca para obtener puntos
que debo procurar llegar a un puesto cada vez más burocrático
que debo leer al autor de moda
que debo comprar mi ropa cada vez en mejores almacenes...
Si esto es el humanismo, no quiero ser más humanista
pero esto no es el humanismo
sólo es la apropiación que han hecho los que tal vez han leído mucho y tal vez sean inteligentes
pero a quienes como seres humanos, los quiero cada vez más lejos de mí.
No quiero seguir aprendiendo más sobre estos humanismos
quiero respirar tranquilamente, quiero caminar tranquilamente, quiero escucharte atentamente, reconocer mis límites y saber que no importan...
Photo by Gonzzo (aquí empezó todo: Librería Atenas, Cali).
No hay comentarios:
Publicar un comentario