sábado, 20 de octubre de 2007

“Tu aliento es mi respiración”


Él es mi sobrino, mi primer sobrino y está luchando por mantenerse en este mundo, por compartir su vida con nosotros. Jamás había sentido lo que siento ahora. Jamás había sido conmovida de esta manera. Jamás había sentido esta inmensa responsabilidad y, al mismo tiempo, esta infinita esperanza en la vida, en el mundo en el que me muevo día a día. Un ser que nace es la renovación de la vida, un ser que nace es una esperanza de vida, de que las cosas pueden funcionar con otra lógica diferente a la anquilosada visión que a veces nos apabulla tanto en nuestra cotidianidad.
Él es Juan Felipe y trata de respirar, trata de asir la vida que le ha sido prometida. Él es Juan Felipe y agarra fuerte las manos de su papá y trata de mirar, de reconocer a su mamá, al ser que lo llevó dentro de sí por varios meses. Él es Juan Felipe, que parece un osito cuando vemos su espalda. Él es mi sobrino, al que voy a llevar al parque, al que le voy a comprar muchos helados, al que le voy a cambiar muchos pañales, el que me va a acompañar a cine, con el que voy a ir a la biblioteca, al que le voy a ayudar a hacer las tareas, el que me va a dar su manita para que lo ayude a caminar, el que me va a hacer pataletas, el que va a llorar hasta no dejarme dormir, el que va a soplar las velas de muchos pasteles de cumpleaños, el que me va a hacer demasiadas preguntas que no voy a saber cómo contestar, el que me va a enseñar otra manera de ver el universo, al que le voy a regalar muchas de las cosas hermosas que tiene estar vivo, muchas de las razones por las que es hermoso estar vivo, el que me va a sonreír mucho y el que a veces me mirará mal porque no podré complacerlo en todo, el que me dará abrazos tibiecitos y besos llenos de saliva con sabor a chocolatina y a mermelada de fresa.
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Photo by Jhony (el papá más bonito del mundo)