...Volver a sentir ese algo que se mueve a la velocidad de las teclas, que intente sacudir por espasmos prolongados el pensamiento.
lunes, 6 de octubre de 2008
Un cover de Soda...
La entrañable intimidad de lo conocido, de lo reconocido
las fotos escondidas para que los niños no las vean
una piedra
una gorra
un corazón
un cuerpo, diferentes reacciones ante otra desnudez
pasos torpes envueltos en la misma camisa de cuadros
la pintura de Renoir
la pintura de Renoir
“cuando miro a través del vaso”
la invisibilidad de un grito
bailar en la punta de los pies
sin ruido
triste y largamente
“hasta desvariar”
las mismas imágenes en sueños
tratando de alcanzar la punta de una nube
pocos gestos
pocas letras
“toda esa gente dice que te ama
toda esa gente dice que te odia
y te vas dividiendo”
¿hacia dónde correr?
“es como ser ameba”
es como ser la oreja invisible de un planeta
“y te vas repitiendo”
“y te vas repitiendo”.
Otra mujer:
Cada vez que entro en un salón de belleza recuerdo a F. y el nombre del lugar en el que podía verlo (Madonna). Por mucho tiempo Madonna siempre fue F., como antes había sido un video con un negro hermoso incluido que parecía no gustarle a nadie, después fue un libro que nunca vi, luego un video que escandalizó a mi familia y que a mí me parecía muy, muy, muy sensual, después el baile, el movimiento de sus manos, siempre el baile, desde entonces el baile... Sin sus tacones...
Después de tanto tiempo, Madonna hace una nueva aparición en el espacio que habito gracias a una gira: The Confessions Tour, y a alguien con el oído en el corazón, en los ojos y en las manos... De nuevo voy detrás de los acontecimientos, porque ahora esta mujer anda promocionando su actual reinvención: Nueva York y su música de suburbios, Madonna y su interpretación de la música “urbana” (Hard Candy). Madonna y su propósito de no repetirse, no porque el mercado lo imponga (aunque también), sino porque la creatividad es su forma de no dormirse sobre los días... The Confessions Tour es música, es una voz, es baile, es moda, es sensualidad, es un espectáculo perfecto, es sensaciones, es un sentimiento honesto, es fuerza, es rabia, es indignación, es ironía, es comunicación, es lenguaje que se renueva y que dice de otra forma, que despetrifica el cuerpo y el cerebro, que desbloquea las piernas y la sonrisa.
Admiro en esta mujer su capacidad de estar (más que de “mantenerse”), admiro sus movimientos, sus pasos, tan elocuentes como sus palabras... El agudo y preciso Fresán escribió un artículo en el que dice mejor que yo lo que me permite descubrir, comprender esta mujer: “Y las víctimas somos, siempre nosotros: las personas que jamás podrán creer tanto en sí mismas porque siempre nos dijeron que eso era peligroso, que no estaba bien, que te vas a caer si subís tanto... Algunas cosas que dijo y que merecen recordarse: Soy fuerte, ambiciosa y sé exactamente lo que quiero. Si eso me convierte en una puta, bueno, de acuerdo... Hay gente que me odia por el simple motivo de que yo tengo una opinión sobre las cosas... Yo fui violada y no se puede frivolizar con eso. Fue una experiencia muy educativa... ¿Quién soy realmente? La respuesta es: yo soy todas las Madonnas y no soy ninguna...”. No como una forma fácil de la vanidad o el egotismo o la soberbia, tampoco del resentimiento, sino de quien tiene los ojos abiertos y el corazón atento...
Carta abierta
Ahora que la universidad es un discurso que también empieza a caer, que está cada vez más amenazado ya no solo por las universidades de garaje, sino por los colegios grandes que se creen universidades, por las universidades que aún defienden la época de
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