miércoles, 8 de febrero de 2012

The help (Historias cruzadas):







Basada en la novela Criadas y señoras (The help), la película cuenta la historia de muchas mujeres en el Misisipi de los años sesentas. Blancos y negros separados por los prejuicios raciales y una editora que aprovecha el movimiento creado por Martin Luther King para poner a circular un libro que devela las historias de las "señoras" blancas y las mujeres negras, contadas por esas criadas negras. La escritora “fantasma” es Skeeter, una mujer que ha sido la única de sus amigas blancas en aún no casarse y en ir a la universidad y “ganarse la vida” trabajando fuera de su casa, fuera de los vestidos floreados color pastel, fuera de las veladas de bridge con limonada, fuera de los niños para mostrar a las “amigas”, fuera de las campañas de beneficencia y otras tantas intríngulis de apariencias.



Cercana a La sonrisa de la Mona Lisa por su crítica a la sociedad norteamericana de mediados del siglo XX y, sobre todo, a la educación de las mujeres, “criadas” para ser buenas esposas y buenas madres, The help parece tan vigente hoy como lo pudo haber sido si el libro se hubiera publicado en los sesentas… Sentada en la sala de cine, veo a muchas señoras cuyas criadas las debían estar esperando en sus casas junto a los niños que cuidan/crían todos los días, sólo para poder marcharse a sus propias casas a cuidar de sus propios hijos… Veo a muchas señoras que se ríen nerviosamente con las escenas que ven en la pantalla y pienso que tal vez recuerden a la muchacha con rasgos indígenas que han contratado para los oficios de la casa, a la señora humilde que llega cada mañana a hacerse cargo de la casa, a la muchacha negra que cocina tan bien, quienes, tal vez, deben comer en la cocina y tener restricciones en el uso de algunos elementos de la casa…



Sentada en la sala, pienso en Skeeter y en su anhelo de trabajar como escritora, en su necesidad de realizar un acto valiente, en su principio de pensar todos los días en si va a creerle o no a las palabras de los imbéciles que la rodean. Skeeter decide que no lo hará, que no les creerá y escribe cada día y cada noche, escribe sobre cómo no llorar mientras se pica una cebolla, escribe y aprende a escribir, escribe y aprende a escuchar a las personas que tienen una historia que contar.
“You is kind, you is smart, you is important”…