Después de Gustavo Cerati y de Soda
Stereo, Chris Corner y IAMX.
Era el 2011 y yo andaba buscando en
su cuenta de Facebook a quien estaba lejos. Así me topé con dos canciones,
tocadas en vivo, de IAMX. Han sido cuatro años escuchando sus álbumes, sus 70 canciones,
impresionada porque no hay una que sobre, una fuera de lugar, absolutamente
enamorada de su voz y de sus armonías. Quien estaba lejos sigue aún distante,
pero IAMX se quedó, creo que para siempre y eso es algo que le agradezco cada
día.
Curiosamente, en 2011 ocurrió un
cambio. Volatile times marca una
transformación en el dark wave de IAMX, un giro hacia una mayor oscuridad,
hacia golpes más secos, una voz más grave y un aire profundo de melancolía gótica
que disfruto cada vez más. Entre el 2004 y el 2015, Corner y su grupo han
publicado seis álbumes que se pueden escuchar uno detrás de otro sin temor a
aburrirse, y de los cuales destaco especialmente The alternative y Kingdom of welcome addiction. Sin embargo, no podría excluirse de los trabajos de Corner el último álbum que grabó con Sneaker Pimps en el 2002: Bloodsport, cuyo hallazgo se lo debo a C., mi mayor cómplice en ese amor desmedido por las creaciones de este músico británico. Bloodsport es ya, en gran parte, lo que será IAMX, y tampoco tiene canciones prescindibles.
Corner me hizo sentir de nuevo la
maravilla de ser fan, la emoción de
esperar un nuevo álbum, un nuevo video, un nuevo sencillo, la turbación de ver
un concierto por YouTube y temer que jamás vayan a pasar por estas tierras y
que lo más cerca que podrán estar aún es muy lejos de aquí (pero ahora está radicado
en Los Ángeles; algo podrá hacerse, me digo), la conmoción por ver o leer una
entrevista y entender mejor su música…
Podría escuchar todos los días
IAMX. Corner crea canciones que parecen nuevas cada vez que se escuchan, logra
crear atmósferas que llevan a nuevos pensamientos y sensaciones. Es bello
cuando se encuentra esa música, cuando se siente que se ha hallado la banda
sonora de nuestros días.
Su más reciente trabajo:
Metanoia, es, quizá, su trabajo más personal. Creado luego de una honda
depresión, el álbum resume los diferentes síntomas de ese estado, pero también
la transformación de la psique, luego de él. Las letras de Corner son
profundas, críticas y poéticas; sus melodías van de lo más vital y festivo
hasta lo más emotivo e introspectivo, una añoranza de algo impreciso, de alguien impreciso.
Temo que algún día una de esas
grandes industrias musicales lo atrape y se vuelva un reproductor de su arte;
temo que algún día deje de hacer conciertos en lugares pequeños; temo que algún
día pierda esa independencia que ha nutrido la genialidad de su música. Temo,
pero en el fondo confío en que la “metanoia” sigue su curso y no le permitirá
retroceder en sus búsquedas.
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