lunes, 1 de agosto de 2011

Bright star:







Sobre Campion: El piano y, sobre todo, Retrato de una dama. Sobre Keats, las excelentes referencias de Julio Cortázar sobre su poesía. Sobre su amor: Fanny, nada; hasta ahora.



Es la vieja historia de amor: la mujer (o el hombre) aparentemente superficial que sólo piensa en verse bien y en divertirse, en “parlotear”; el hombre (o la mujer) intelectual, quien sí se preocupa por asuntos “serios”. Además, es la historia del hombre pobre (un poeta) que no tiene cómo aspirar a casarse con una mujer, con la mujer que ama.



Fanny tiene lo que la mayoría de mujeres (y de hombres) no: una vida hecha a mano, una vida cosida con sus propias manos. Unos años más adelante, Fanny hubiera podido ser una Coco Chanel, pero la suya es la segunda década del siglo XIX, y su amor por Keats más grande que ella misma.



Él es flaco, desgarbado y vive en las nubes o en las copas de los árboles, sintiendo el sol y escuchando el canto de los pájaros, internándose en el bosque para escuchar un arroyo o el viento que pasa; ella vive en la tierra, mira su chaqueta rota, sus suelas gastadas, su hermano enfermo y piensa en cómo puede hacerle un parche o una bonita canasta con bizcochos. Él crea poesía y ella intenta leerla, intenta entenderla, aunque sus manos prefieran perderse en la tela y en los hilos y no en pasar las páginas de un libro; aprende los versos de memoria y los lleva consigo hasta la muerte. Ella está en las palabras de él, en la tinta negra sobre el papel blanco; él está en las formas de la ropa que ella cose, en los hilos que unen las telas.



Ella no duda, ella tiene ideas claras y acciones más claras aún; él balbucea un poco y titubea ante su presencia hasta que decide, por fin, darle un espacio en su vida y ella termina habitándolo todo.



Las cartas son las de dos amantes, las de dos seres que se aman, que saben que no pueden vivir sin el otro, que han encontrado a ese que en sueños solemos llamar el amor de nuestras vidas… Me pregunto quién ahora tendrá un amor así, quién ahora tendrá la seguridad de tener un amor así. Quién enfermará de amor por más de un día, quién caminará bajo la lluvia sólo para hacer una pregunta, para esperar una respuesta, quién esperará hasta casi desfallecer una carta y un beso entrelíneas, quién dormirá bajo un arbusto sólo para ver a su amor, quién intentará leer a Milton, a Homero, sólo para sentirse más cerca de su amor.



Para la gran mayoría de nosotros la tragedia de enamorarse consiste en amar sin ser amado, o en amar en secreto sin ser correspondido, sin ser reconocido, o en que el amor se acabe cuando nos habían dicho que duraría para siempre. Para Fanny Brawne y John Keats la tragedia es amarse sabiendo que la vida y la muerte les impide estar juntos.



Los sentimientos exaltados no necesitan música de fondo ni más efectos que los saltos y las angustias del corazón (de la cabeza); los amantes lo consumen todo a su alrededor y el mundo se convierte en un camino, en un bosque, en una estación, una casa, un cuarto, un jardín.



Todo duelo es melancólico, tanto aquel que se hace por un ideal perdido, por una ilusión muerta, como aquel que se hace por un cuerpo en el que ya no cabe la vida. Nos sentimos ilusos, nos sentimos ingenuos, o nos sentimos timados por un destino que no es posible cambiar… Fanny camina a través del bosque, con su sortija en la mano; Fanny invoca en voz alta las letras que lo vuelven a él más cercano. Yo recuerdo mi imagen bajo la lluvia, recuerdo que también esperé para hacer una pregunta, para tener una respuesta, recuerdo que también regalé frutas y dulces en canastas perfectas, recuerdo que me senté bajo un árbol para ver pasar a alguien, recuerdo que también leí buscando en las letras las palabras de alguien, recuerdo que muchas veces nada de esto funcionó (no como yo esperaba), recuerdo mi amor, sólo el amor sentido, lo único que queda.

2 comentarios:

Ana María dijo...

Paula, hace algunos meses vi esta película por casualidad y me hice exactamente la misma pregunta: ¿Aún existirán la posibilidad de que las personas se amen así? Yo creo que en el fondo vivimos esperando encontrar un amor de esos, pero no estamos dispuestos a soportar muchas pruebas, no tenemos la esa verdadera capacidad de amar...
Un beso.

Otra Ana María dijo...

Qué bella entrada Paula. Y cómo nos cuesta hacernos esas preguntas en voz alta...
Quedo con más ganas de verla.